El aroma del pan recién hecho, el olor a coche nuevo o la esencia de madera en una tienda de muebles… El olfato es el sentido más potente cuando queremos desencadenar una cascada de sentimientos, perdurar en la memoria, o influir para realizar una compra.

Una de las maneras de conseguir que nuestros clientes vuelvan a nuestro negocio, es ofrecerles experiencias positivas que les hagan sentir diferentes. Gracias a las sensaciones olfativas podemos conseguir fidelizar a los consumidores.

El aprendizaje de nuestro olfato

Al nacer, los bebés no manifiestan preferencias por ningún olor, de hecho, ni siquiera establecen una diferenciación entre agradables y desagradables. Las sensaciones provocadas por un olor varían dependiendo de los recuerdos y de las situaciones personales vividas. Cuando asociamos un determinado olor a una experiencia, lo almacenamos en nuestra memoria, y al volver a percibirlo, volveremos a sentir la emoción -positiva o negativa- de aquel instante.

Sin embargo, el aprendizaje social y el lenguaje influyen poderosamente sobre la percepción de las cualidades de un olor. Por ejemplo, un mismo desodorante puede “oler diferente” dependiendo de si está etiquetado como pepino fresco o como moho.

El mundo de la comunicación y el marketing avanza tan rápidamente que en poco tiempo un producto puede quedar desfasado. Hasta hace poco tiempo, el marketing utilizaba la vista, el tacto y el oído del receptor para transmitir los valores o mensajes de la marca. Ahora, el nuevo concepto nos lleva a crear una conexión con nuestro cliente, con sus emociones y con su realidad. Es, en ese nuevo marketing, donde el olfato encuentra su sitio como una nueva vía de comunicación, como conexión emocional con nuestro cliente.

Se trata de conseguir un olor único manteniendo la simplicidad, ya que, la experiencia demuestra que los olores sencillos y limpios funcionan mejor que los perfumes complicados.

Los aromas de cada negocio

Cuando desarrollamos un proyecto o abrimos un negocio pensamos en el lugar donde situarlo, la publicidad que debemos realizar, la decoración del escaparate… No obstante, muchas veces nos olvidamos de nuestro sentido más primitivo, el olfato. Si queremos clientes fieles, es probable que debamos recurrir al Marketing Olfativo. Varios experimentos han demostrado que los olores cálidos estimulan más la venta. Sin embargo, en otros casos, la mejor solución es un aroma fresco, con olor a nuevo, y estimulante para una clientela joven que compra por impulso.

No existe el mejor aroma para un negocio. Elegir el más acertado dependerá de lo que quieres evocar en tus clientes, de tu ubicación, de tu público, etc.

Establecimientos Hoteleros

Lo recomendable es tener un aroma exclusivo, e impactante, para las zonas comunes. Si el hotel dispone de un spa, lo mejor es un aroma floral, herbal o amaderado como símbolo de elegancia y relax.

Boutiques, joyerías y establecimientos exclusivos

En estos establecimientos es bueno resaltar la impresión de exclusividad y calidad, por eso, es bueno inspirarse en aromas de alta perfumería. Esas fragancias tienen notas refinadas, elegantes y sofisticadas para que se perciba la distinción del establecimiento y de los artículos.

Oficinas y despachos

Los empleados pasan muchas horas en la oficina, por lo que es aconsejable recompensarlos con aromas suaves y frescos que no sobrecarguen el ambiente. Fragancias frutales, o cítricas: lima, bergamota y mandarina. Este tipo de esencias mejoran la concentración, reducen el estrés y aumentan el bienestar de los empleados.

Comercios y Tiendas

Dentro de las tiendas y los comercios deben utilizarse aromas que no agobien, suaves y naturales. Por ejemplo, en los establecimientos textiles serían necesarias fragancias con olor a ropa limpia, o esencias florales como el jazmín, que vinculamos con la limpieza y con sentimientos de renovación.

En las librerías y papelerías van muy bien los aromas dulces, e intensos, como la esencia de cerezo o vainilla, que invitan al recogimiento y a la lectura.

Para el sector alimentario se escogen olores relacionados con el producto: frutales para fruterías, canela para carnicerías, y olor a coco, chocolate, gofre y canela para pastelerías, bombonerías o panaderías.

Bares, cafeterías y restaurantes

Lo mejor para estos negocios son los aromas que no resulten ‘’agresivos’’ con los productos que se sirvan. Los que nos transporten a aquellos manjares que nos encantan y que nos traen recuerdos de la infancia. Esencias como el Toffee, Canela, Vainilla, Coco, Pizza, Biscuit… prolongan la permanencia de un cliente y nos abren el apetito.

Establecimientos para niños

Las guarderías, ludotecas o parques infantiles precisan aromas dulces y golosos que atraigan a los niños. Sin embargo, en negocios como los de ropa infantil, la esencia que buscan los adultos es la perfumería que les recuerda a su bebé después de salir del baño.

Clínicas, consultas, residencias y ámbito hospitalario

Aromas frescos y 'sobrios' como la manzana verde realzan la sensación de salud. En cambio, para las residencias de ancianos se recomienda aromas florales y potentes, que son los que más atraen a nuestros mayores. Con la edad vamos perdiendo propiedades olfativas y percibimos mejor estas notas intensas.

Concesionarios

Lo más característico al estrenar un nuevo vehículo es su olor a cuero, por eso, los concesionarios deben realzar esta fragancia para despertar la emoción asociada al momento de su compra.

Discotecas y ocio nocturno

Cuando hay un fuerte olor indeseado, como podemos experimentar en los baños de una discoteca, generamos una respuesta negativa. Por ello, es importante trasmitir la sensación de limpieza para generar comodidad. Para esta zona, coloca un dispensador de control de olores que neutralice y purifique el aire.

Gimnasios y centros deportivos

Para este sector es muy importante usar aromas frescos y naturales como el olor a hierba recién cortada, o a manzana verde que consiguen neutralizar malos olores. También se puede recurrir a esencias de cítricos que son energizantes y despiertan la vitalidad de los deportistas.

 

Lo fundamental es que cuando el cliente salga de tu negocio tenga en su memoria la fragancia de tu marca como parte de su experiencia positiva. En Ambiseint podemos crear el aroma que mejor encaja con tu negocio. ¿preparado para descubrir el maravilloso mundo de los aromas?

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