Cómo funciona un difusor de aromas

Seguramente los hayas visto en múltiples espacios tanto comerciales como en algunos hogares. Y no es de extrañar, pues los difusores de aromas son muy populares. No solo por la comodidad en cuanto a su uso y su capacidad de mejorar cualquier entorno; sino que, además, hoy en día existe una amplia variedad de modelos y de aromas para todos los gustos. 

Pero, antes de entrar en materia. ¿Tenemos claro qué es eso de un difusor de aromas, cómo funciona o para qué sirve?

Un difusor de aromas es un pequeño y sencillo dispositivo capaz de vaporizar partículas de aceites esenciales mediante vibraciones en cualquier espacio cerrado.       

Es decir, el cometido principal de un difusor de aromas no es otro que dispensar el aroma que elija el usuario por el espacio en el que se encuentre ubicado y crear así una atmósfera particular. Pero no todos los difusores de aromas son iguales, ni cuentan con el mismo funcionamiento. A continuación, te contamos cómo funciona un difusor de aromas, según el tipo de proceso empleado.

Beneficios del uso de difusores de aromas

Un difusor de aromas es un medio muy empleado tanto en aromaterapia como, incluso, en Marketing Olfativo. Y es que, gracias a este objeto, vamos a poder desde purificar el aire, hasta conseguir un ambiente más relajado o más propicio para la concentración. Por eso, antes de conocer cómo funciona un difusor de aromas, aquí van algunos de los beneficios:

  • Purificación del ambiente: Además de buen olor, los difusores de aromas son capaces de purificar el aire. Esto se debe a que algunos aceites esenciales cuentan con moléculas neutralizadoras y de alto porcentaje en alcoholes naturales. O sea, además de oler bien, higienizan y reducen la carga bacteriana en los ambientes.
  • Atmósfera de relax: Un difusor de aromas puede ser todo un aliado de la relajación. De hecho, este medio de la Aromatización Profesional genera ambientes naturales con propiedades relajantes; aportando una paz absoluta en las personas.
  • Mayor concentración: Los difusores de aromas suelen ser empleados en centros de trabajo. Existen olores que aumentan la concentración como los cítricos, la manzana verde o el romero. ¿Lo sabías?
  • Mejor humor: De nuevo, hay aromas que también son capaces de mejorar nuestro humor. Sobre todo, en situaciones de alto estrés o preocupación. Una sala de espera en un hospital, por ejemplo. Sin duda, otro de los beneficios de los difusores de aromas.
  • Aprovechar las propiedades de los aceites esenciales: En definitiva, los purificadores de aromas permiten disfrutar de las propiedades del aceite esencial que el usuario elija. Todo va a depender de lo que se necesite: desde conseguir un ambiente con mayor concentración como puede ser en una oficina o en una biblioteca, hasta una sensación de confort absoluto en un hotel; pasando un ambiente agradable en una boutique de moda. Para escoger el aroma que mejor se adapte a tu negocio, es necesario que confíes en profesionales como los que formamos parte de Ambiseint.

Cómo funciona un difusor de aromas

Tipos de difusores aromáticos

Como hemos avanzado con anterioridad, no todos los difusores aromáticos son iguales ni tienen las mismas características

Más bien al contrario, hoy en día nos topamos con una amplia variedad de dispositivos en el mercado, por eso es necesario conocer los diferentes sistemas que podemos encontrar a la hora de realizar una compra segura. Como norma general podemos clasificarlos en:

Eléctricos y no eléctricos

En primer lugar, esta clasificación depende de si se emplea -o no- electricidad para el funcionamiento de los difusores de aromas:

  • Eléctricos: Como su propio nombre indica, son aquellos que requieren de conexión a la red eléctrica o, en su defecto, funcionan con pilas o baterías. 
  • No eléctricos: Se refiere a otros sistemas más tradicionales como velas o inciensos, por ejemplo. 

Con o sin agua

Por otro lado, los difusores de aromas pueden funcionar con o sin agua:

  • Con agua: Estos aparatos suelen servirse de un sistema de calefacción térmica para generar una niebla vaporizada que nace de la mezcla de agua con el aceite esencial elegido. Es la opción más empleada en Ambientación Profesional.
  • Sin agua: Se trata de difusores de aceites esenciales que dispersan estas sustancias en el aire puro y sin mezclar con otros aceites vegetales o agua.

Sin embargo, esto se corresponde con la clasificación más elemental. Dentro del mundo de los difusores aromáticos encontramos, a su vez, diferentes sistemas de difusión como los denominados: nebulización y pulverización.  

Funcionamiento de la Nebulización

¿Cómo funciona un difusor de aromas con nebulización? Este sistema de Aromatización Profesional convierte los aceites esenciales líquidos en una especie de bruma formada por micro partículas secas de aroma que flotan en el aire durante largos períodos de tiempo. Además, en este caso, la bruma ni moja ni mancha. 

Los micro-nebulizadores son aparatos silenciosos, potentes y eficaces ya que son capaces de nebulizar esencias 100% puras. 

Funcionamiento de la Pulverización

Por otro lado, si no sabes cómo funciona un difusor de aromas con pulverización, cabe señalar que este sistema pulveriza periódicamente una recarga compuesta por alcoholes naturales, agua desionizada y esencia y, a su vez, emite unas moléculas neutralizantes que logran eliminar las partículas de mal olor del ambiente. 

Sin duda, un sistema de Ambientación Profesional que está triunfando actualmente, puesto que está considerado como el sistema de ambientación, higienización y neutralización de olores más eficaz del mercado y, a su vez, el más sencillo. 

De este modo, en Ambiseint disponemos de varias patentes internacionales de Ambientadores Profesionales en este ámbito y con varios modelos de estos dispositivos, ideales para adaptarse a las necesidades de cualquier usuario, tanto en micro nebulización como micro pulverización. 

Difusor de aromas

Detalles importantes en un difusor de aroma

Como siempre ocurre, a la hora de elegir cualquier producto tenemos en cuenta sus características básicas, es decir, los detalles. Lo mismo ocurre con los difusores de aromas. Pero, ¿qué factores has de tener en cuenta cuando elijas uno? 

  • Sistema de funcionamiento: Un buen difusor aromático debe contar con un sistema de control de encendido y apagado, así como de un temporizador para controlar su funcionamiento que puede oscilar entre 60 minutos y 10 horas como norma general; aunque existen modelos de duraciones mayores. En este sentido, podemos encontrar dispositivos con sensor de encendido y apagado automático, programas de frecuencia de rocío o, incluso, algunos que ofrecen la posibilidad de regular automáticamente su intensidad. 
  • Capacidad de depósito: Es decir, cuánta cantidad de esencia –o de agua si se trata de este tipo de dispositivos- es capaz de contener. De este dato dependerá su nivel de autonomía y capacidad, así como el tiempo que nos costará llevar a cabo las recargas de fragancia. Actualmente en el mercado encontramos dispositivos desde un cuarto de litro hasta un litro.
  • Tipo de alimentación: Otro detalle importante en el caso de decidirnos por un dispositivo de tipo eléctrico, ya que estos pueden llevar alimentación eléctrica convencional –con el típico cable enchufado a la corriente eléctrica-, algo que puede limitar en cierto sentido su colocación. También existe la posibilidad de que la alimentación sea con baterías recargables, a través de un puerto USB o pilas. Estos últimos ofrecen una mayor facilidad a la hora de cambiarlos de lugar.
  • Facilidad de reposición o recambio: Obviamente, tendremos que saber cuántas veces o cada cuánto tiempo será necesario rellenar el depósito de agua o con el aceite esencial seleccionado. Es decir, nos referimos a la autonomía de los difusores de aromas. Además, ese acceso al depósito debería ser lo más sencillo posible, no solo para su llenado, sino también para su limpieza regular.

¿Qué aceites utilizar en un difusor de aromas?

¿Ya has entendido cómo funciona un difusor de aromas? Ahora llega el momento de conocer uno de los puntos más importantes: qué aceite esencial emplear. A continuación, descubre los aromas más populares y sencillos. Pero si buscas una composición aromática más especial y específica para tu negocio, en Ambiseint tenemos esta completa carta de aromas, diseñada para cada sector o tipo de establecimiento. No obstante, si buscas un aroma 100% personalizado, ¡también podemos ayudarte!

Lavanda

El aceite esencial de lavanda es uno de los más demandados para los difusores de aromas. Y es que esta flor presenta multitud de propiedades terapéuticas. Es antibacteriana y antimicótica y posee propiedades relajantes, lo que invita al descanso y a la liberación del estrés.

Romero

Por su parte, el aceite esencial de romero ya no solo se emplea a nivel terapéutico para calmar el dolor; sino también por su aroma. Facilita la concentración, por lo que es ideal utilizarlo en aquellas situaciones o lugares donde es necesario poner el foco de atención.

Eucalipto

¿El acabado perfecto para una limpieza total? El aceite esencial de eucalipto. Combate los ácaros y aporta frescor al ambiente. Es perfecto para aplicar en lugares donde la limpieza es necesaria y valorada por los usuarios: hoteles, hospitales, consultas veterinarias, etc.

Jazmín

El jazmín aporta calma, serenidad y mejora la seguridad en uno mismo. Ideal para incluirlo en una sala de reuniones o en un aula de examen, sin ir más lejos.

Árbol del té

En cambio, el árbol del té provoca un efecto contrario al anterior. Es un energizante, estimulante natural, por lo que su aroma activa el cerebro. 

Limón

Finalmente, el limón también ofrece esa sensación plena de frescor en el ambiente; por lo que se suele asociar a productos de limpieza. Sin embargo, el limón, como cítrico que es, es una fragancia desestresante, que aumenta la concentración y disminuye la ansiedad o la tristeza.

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