A pesar de que es, sin duda, uno de los ingredientes más utilizados en perfumería, el olor del almizcle no siempre es fácil de identificar. Todo depende de varias cosas como, por ejemplo, la cantidad que se utiliza en cada fragancia, la procedencia del propio almizcle y, por supuesto, el resto de elementos que componen un perfume o ambientador. Al ser tan popular, en Ambiseint pensamos que ha llegado el momento de que te contemos varias curiosidades sobre este ingrediente. Vamos a por ello.
¿De dónde procede el aroma a almizcle?
Hoy en día la obtención del almizcle se hace mediante procesos artificiales, aunque en su momento se conseguía -nada menos- de las glándulas del ciervo almizclero. Existen varios tipos de almizcle, pero el dato más importante es que ya no se recurre al origen animal, ya que se calcula que la caza indiscriminada de estos ciervos para fabricarlo se llevaba por delante la vida de miles y miles de ejemplares cada año.
Para elaborar perfumes y ambientadores en los que resulta imprescindible el olor del almizcle, de los animales se pasó a la producción vegetal y artificial, una forma mucho más barata de tenerlo con nosotros sin recurrir a los ciervos (o al resto de especies animales en los que están presentes estas glándulas tan específicas).
¿Cuál es el olor del almizcle?
Este ingrediente es tan apreciado en perfumería porque posee la increíble capacidad de unirse muy bien a la piel de la persona que elige fragancias que lo incorporan. Es un excelente fijador, así que también lo consideramos imprescindible porque nos ayuda a que los olores permanezcan mucho más tiempo en el ambiente o, como decimos, en el cuerpo de las personas.
A pesar de lo que pueda parecer, el almizcle tiene un aroma muy neutro, ligero y limpio. Se le asocia mucho con el olor a limpio tan deseado para cualquier producto olfativo. No obstante, las notas varían bastante en función del origen del almizcle. En el caso del que tiene origen vegetal o artificial encontramos diferentes matices como estos:
· Planta de malva almizclera: destacan las notas afrutadas.
· El obtenido en base a la Galaxolide te evoca puro aroma a limpio. Posiblemente también detectes notas dulces y florales.
· Habanolida: mucho más intenso que el anterior, tu olfato se llena del olor a ropa recién planchada. Muy amaderado.
· Brassilato de etileno: el responsable de que podamos crear fragancias con aroma a madera, especias y, sobre todo, vainilla. Cuando detectes un perfume muy floral, casi seguro que el Brassilato de etileno está en el listado de ingredientes.
Fundamental en perfumería
Como ya te hemos comentado, el olor a almizcle nunca lo encontrarás en solitario en ninguna fragancia. Es la base fundamental que usamos cuando queremos crear productos que se asocian enseguida con los aromas empolvados, afrutados y herbales. Pero es fundamental encontrar un equilibrio exacto en la composición, ya que adicionado en exceso pasa a convertirse en un olor fecal.
No obstante, con respecto a esta última aclaración, la clave es precisamente esa: encontrar el punto de equilibrio perfecto con el almizcle. Sorprendentemente algunas de las fragancias más vendidas y solicitadas en el mundo contienen un altísimo porcentaje de almizcle y evidentemente huelen de maravilla. Pero es que es ahí precisamente donde entra el papel protagonista de los maestros perfumistas, que deben conocer cada ingrediente al detalle para saber cómo, cuándo y cuánto usar en cada momento y producto.
¿Buscas un ambientador con almizcle para tu casa o te negocio? En Ambiseint podemos ayudarte. Haznos cualquier consulta desde aquí y te recomendaremos los mejores aromas para cada espacio o momento.