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Del latín “lavare”, “lavar”, la lavanda es una de las flores más valoradas desde tiempos inmemoriales. Ya en el Antiguo Egipto su aceite era utilizado durante la momificación, un proceso sagrado y de absoluta relevancia.
En otras civilizaciones como la persa, la romana o la griega, se creía que la lavanda ayudaba a purificar el cuerpo y la mente.
En este artículo, vamos a ver cuáles son las principales propiedades y los beneficios del olor de la lavanda.
Propiedades de la lavanda
No es casualidad que la lavanda sea una de las plantas más empleadas en aromaterapia, y es que esta flor morada tan característica es clave en la salud de las personas. Es beneficiosa tanto a nivel emocional como físico.
Su efecto relajante, sus propiedades medicinales y, por supuesto, el maravilloso aroma de la lavanda hacen de esta flor una imprescindible.
Calma el estrés
Un estudio realizado en la Universidad de Kagoshima (Japón) advierte que la lavanda puede ser tan eficaz como el Valium para el tratamiento del estrés y la ansiedad. Esto se debe a que la lavanda contiene linalool, un compuesto químico que propicia ese efecto relajante.
Asimismo, el olor a lavanda favorece la estimulación neuronal, lo que permite que los receptores del olfato envíen mensajes al cerebro, lo que a su vez influye directamente en los estados de ánimo de la persona.
Alivia el dolor de cabeza
Por otro lado, este efecto relajante de la lavanda también ayuda en el dolor de cabeza o, incluso, en el tratamiento de las migrañas; recomendando al paciente respirar el aroma a lavanda durante los ataques.
Ayuda a conciliar el sueño
Y, por supuesto, el efecto relajante de la lavanda es también un gran remedio contra el insomnio. De hecho, en Alemania el té de lavanda es muy popular para tratar trastornos del sueño o nerviosismo.
Y es que estos beneficios son conocidos desde hace siglos. Otra práctica muy común, y que ha perdurado hasta nuestros días, es dormir con saquitos de flores de lavanda. Estos favorecen un mejor descanso.
Relaja la tensión
La lavanda es relajante en todos sus aspectos. Así, el aceite esencial de lavanda es utilizado por algunos fisioterapeutas durante su labor. Esto es debido a su efecto calmante, así como sus propiedades antiinflamatorias.
¿Para qué es buena la lavanda?
Como puedes comprobar, los beneficios de la lavanda son muchos y muy diversos, además. Esta planta es utilizada para aliviar el dolor, la ansiedad, tratar el dolor de cabeza o el nerviosismo. Pero la lavanda también previene la caída del cabello o es utilizada en cosmética para eliminar el acné o reducir las líneas de expresión. Y, por supuesto, la lavanda es uno de los aromas más empleados en Marketing Olfativo, un dato que desde Ambiseint conocemos muy bien.
Tipos de lavanda
España es uno de los mejores países en el mundo para el cultivo y la producción de esencias y perfumes. Nuestra climatología mediterránea, donde la luz es protagonista, hace que la calidad de los cultivos como el de la lavanda sea inmejorable.
Pero antes de hablar de para qué sirve la esencia de lavanda en aromatización profesional, es necesario conocer los diferentes tipos de lavanda. Y es que esta planta de la familia de las labiadas, cuenta con diferentes especies:
- Lavanda común o lavandula officinalis: Es la lavanda común, el tipo de lavanda que encontramos cultivada en esos campos morados. Su cultivo tiene un doble cometido: medicinal y ornamental. Florece a principios de verano.
- Espliego o lavandula angustifolia: El espliego es una especie propia de Europa, presente en Italia, Francia y en algunos puntos de España. Este tipo de lavanda cuenta con unas hojas de color verde tirando a gris y el arbusto puede llegar a medir el metro y medio de altura. Esta especie se suele emplear en infusiones.
- Lavandula latifolia: Al contrario que el resto, esta especie no emite un buen aroma. Es de origen español y se utiliza como planta ornamental o por sus propiedades medicinales.
- Lavandula canariensis: Otro tipo de lavanda made in Spain es la variante “canariensis”, proveniente -como su propio nombre indica- de las Islas Canarias. Su forma no es igual que el resto, de hecho no parece una lavanda, pero sí mantiene el color morado.
- Lavandula lanata: Esta especie suele darse en climas montañosos. También con un origen en España, es la variedad de la lavanda que encontramos salvaje en la sierra de Ronda, así como en otras zonas de Andalucía.
- Lavandula stoechas: Este tipo de lavanda se diferencia del resto por sus flores, nada tienen que ver con lo que imaginamos si pensamos en una flor de lavanda. Disponen de una forma de espiga, que culmina con tres brácteas moradas o rojizas.
- Lavandula viridis: La lavanda verde o cantueso verde, que encontramos en la sierra de Aracena (Huelva). Es utilizada también por sus propiedades terapéuticas y como elemento decorativo.
- Lavandula dentata: Propia del Mediterráneo occidental, su nombre proviene de la forma de sus hojas (dentadas) y aparece en suelos calizos. Sus hojas también cuentan con este tono verde grisáceo.
- Lavandula allardii: También conocida como lavanda de Allard, se trata de un híbrido entre la latifolia y la dentata. Su flor es de color lila o azul y su valor es puramente ornamental.
- Lavandula multifida: Es una especie que crece cerca del mar y proviene de África. El color de esta flor de lavanda está a caballo entre el morado y el añil.
- Lavandula pinnata: También proveniente de Canarias y Madeira, se utiliza como planta ornamental y cuenta con inflorescencias agrupadas de tres en tres.
- Lavandula hybrida: Se trata de un híbrido entre la angustifolia y la latifolia; es el llamado “lavandín”. Los cultivos de lavandín son importantes, ya que se trata de una especie que produce mucha más cantidad de aceite esencial. Pero, eso sí, este aceite esencial cuenta con menores propiedades olfativas que el de otros tipos de lavanda.
¿Qué tipo de lavanda huele más?
La variedad de lavanda más aromática es aquella que es de origen natural, y en la que no se ha producido un cruce entre diferentes especies. De este modo, la calidad de la lavanda común o del espliego nada tiene que ver con el llamado lavandín. Este segundo es transgénico y, por ende, sus propiedades y beneficios no son del mismo nivel que de aquellas lavandas cien por cien naturales.
¿Para qué sirve la esencia de lavanda?
Una de las formas más comunes de emplear la lavanda es a través de su aceite esencial. La esencia de lavanda se utiliza en todo tipo de industrias desde la farmacológica, hasta la cosmética; pasando por la perfumería más clásica.
Tiene un efecto relajante
No nos cansamos de decirlo: las propiedades relajantes de la lavanda son más que visibles. También en su aceite esencial. Si necesitas una dosis de calma y paz, la lavanda puede ser muy beneficiosa.
Aporta frescor
Sí, la esencia de lavanda aporta un efecto relajante, pero también de frescor. De este modo, tanto en la cama como en el baño son dos momentos idóneos para su uso. Calma la piel y, por tanto, es perfecta su utilización tras haber estado expuesto al sol durante varias horas.
¿Dónde se aconseja utilizar el olor a lavanda?
Entonces, ¿en qué escenario utilizar el olor a lavanda? Como te decíamos antes, la lavanda es un aroma empleado en Marketing Olfativo. Además de su efecto relajante, la lavanda aporta confianza; de ahí que un banco sea un escenario ideal para su uso.
Recuerda que para elegir una esencia, en Marketing Olfativo, tenemos que conocer el mensaje que se quiere transmitir al público, la gama cromática del establecimiento y el tipo de cliente (lo que incluye su edad, género o poder adquisitivo).
El olor a lavanda también nos hace viajar al campo. Sí, a un ambiente rústico y natural. Por ello, entornos claros con madera, como pueden ser casas rurales, son un lugar muy propicio para embriagar al cliente con lavanda.
Pero la lavanda como mono nota puede resultar demasiado básica. Nosotros te aconsejamos emplear esta flor morada en composiciones. Una de las favoritas de nuestros clientes es la de lavanda con cacao, una mezcla que no te dejará indiferente. Y tú, ¿a qué esperas para utilizarla?
En Ambiseint contamos con una amplia carta de aromas florales sofisticados, en los que empleamos productos españoles de máxima calidad, bajo una técnica francesa.
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